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Imaginación: el taller de la mente


La imaginación es el quinto elemento clave en la creación de riqueza. No en vano, detrás de los proyectos de mayor éxito, siempre podemos encontrar una idea.

Napoleon Hill se refiere al taller de la imaginación como un ejercicio a través de lo cual convertimos nuestros sueños en ideas que puedan ser llevadas a la práctica.

No obstante, eso no significa que, para tener éxito, debe contarse con una gran y disruptiva idea.

De hecho, este autor distingue entre la imaginación creativa y la imaginación sintética, poniendo ambas en valor.

La imaginación creativa es la que te permite tener ideas nuevas y diferentes; mientras que la imaginación sintética toma antiguas ideas y conceptos, para crear nuevas posibles combinaciones.

Hoy en día, se habla de innovación disruptiva e innovación incremental para referirse al resultado de ambos tipos de imaginación.

Napoleon Hill pone el ejemplo de Asa Candler quien, tras comprar la fórmula farmacéutica de una bebida estimulante a su creador John Pemberton y otros accionistas, concibió el concepto de la Coca-Cola. Gracias a agresivas e ingeniosas campañas de marketing, logró convertirla en un icono de nuestra época. Éste es un buen ejemplo de imaginación sintética.

Como complemento al contenido de este libro te ofrecemos otros ejemplos más modernos.

El huevo Kinder, de la marca italiana Ferrero, es un claro ejemplo de innovación disruptiva. Creó el concepto de la golosina con entretenimiento, al introducir un pequeño juguete de plástico en el interior de una chocolatina. No sólo la chocolatina tiene un formato original -pues es un huevo-, sino que el juguete debe ser ensamblado por el propio niño, lo que genera aún más interacción. Sencillamente genial.

Napoleon Hill advierte de la necesidad de mantener una imaginación activa, desafiándola de forma constante y estimulándola como de si de cualquier otro músculo se tratase.

Resulta cuanto menos sorprendente que, décadas después, diversos estudios han identificado que el cerebro -aunque técnicamente no es un músculo-, sí reacciona como tal. Ejercitarlo permite crear nuevas células cerebrales y mejorar la capacidad cognitiva.


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