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LibroBox Pocket: Los 5 lenguajes del amor


Los 5 Lenguajes del Amor LibroBox Pocket

Hay decenas de lenguajes y dialectos en el mundo y la mayor parte de nosotros somos incapaces de entender una sola palabra cuando nos hablan en una lengua que desconocemos.

Intentar comunicarse en unas condiciones en las que no se dispone de un idioma en común es muy frustrante. Pero lo peor es que puede llevar a serios malentendidos, así como el consiguiente conflicto y resentimiento.

Esta circunstancia también puede trasladarse a la relación con tu pareja. Quizá creas que habláis el mismo idioma cuando, en realidad, hay varios lenguajes o maneras de expresar el amor.

Si quieres disfrutar de un matrimonio o relación de pareja saludable y pleno, necesitas ser consciente de la forma en la que, tanto tú, como tu pareja os comunicáis en este ámbito.

Es posible que hayas leído titulares de revistas y vídeos sobre las 101 maneras de expresar el amor a tu pareja.

¿Y si sólo 1 de esas 101 maneras funcionara con tu pareja? Podrías estar probando las otras 100 sin éxito y terminarías exhausto o exhausta. Sería como hablar en chino a alguien que sólo sabe hablar en español.

De lo que se trata es de descubrir el lenguaje del amor que habla tu pareja. De esa manera, no sólo te asegurarás de que comprenda y sienta el amor que le profesas, sino que también te ahorrarás una gran cantidad de malentendidos y esfuerzo innecesario.

El libro “Los 5 Lenguajes del Amor” está lleno de anécdotas contadas por el doctor Gary Chapman acerca de las experiencias de sus pacientes, las cuales utiliza para explicar a la perfección las necesidades humanas de sentir amor y afecto, así como la manera de percibirlo.

En este LibroBox Pocket, vas a descubrir aspectos como los siguientes:

  • Por qué el enamoramiento inicial sólo servirá para que vuestra relación o matrimonio dure dos años.
  • Cómo dos personas que se quieren pueden llegar a la conclusión de que no lo hacen por problemas de “traducción”.
  • Cómo puedes descubrir cuál es tu lenguaje del amor y el de tu pareja.
  • Cómo puedes aprender el lenguaje del amor de tu pareja y hacerla más feliz de lo que había sido nunca.
  • Y mucho más.

El depósito del amor

La palabra “amor” es una de las más ambiguas y confusas de todo el diccionario. Es utilizada en diferentes contextos y con múltiples connotaciones.

Sin embargo y, a pesar de ello, pensadores y filósofos de todas las épocas han coincidido en que el amor es un elemento esencial para disfrutar de una vida plena.

Gary Chapman advierte de la importancia de no confundir el amor con los múltiples apelativos que utilizamos para referirnos a nuestro aprecio por los objetos materiales, ya se trate de un coche, una joya o un helado, o bien para aludir a nuestra pasión o disfrute de determinadas actividades como el deporte o la danza. Igualmente, también debemos diferenciarlo del afecto y los vínculos que nos conectan con nuestros seres queridos y amistades.

En su lugar, deberías concentrarte en el concepto o tipo de amor entendido como un sentimiento romántico, que resulta clave para tu salud emocional.

En este sentido, la manera más fácil de definir y, sobre todo, comprender el amor es analizar las fuentes de tu plenitud y satisfacción emocional. De hecho, la necesidad de ser apreciados y amados está fuertemente enraizada en la naturaleza humana. Muchos estudios de psicología infantil han demostrado las necesidades afectivas por parte de los niños que, de no ser atendidas, pueden conducir a falta de estabilidad emocional.

El amor y el afecto son, sin lugar a dudas, las más importantes.

Este autor utiliza la metáfora del tanque o depósito del amor para describir la necesidad y funcionamiento de aquel.

Concretamente, alude a la primera vez que escuchó esta metáfora diciendo: “Dentro de cada niño, hay un depósito emocional esperando a ser llenado con amor

Cuando tus necesidades de amor y afecto no se ven satisfechas, tu depósito se vacía.

Y de la misma manera que un coche no puede circular sin combustible, tú tampoco puedes funcionar sin amor.

Si deseas disfrutar de una relación de pareja o un matrimonio pleno y saludable, debes asegurarte de que los depósitos de amor de ambos están llenos.

Desgraciadamente, no todo sirve de combustible para este depósito.

Tal y como te hemos explicado al comienzo, a menudo, se alude al amor en referencia al aprecio por cuestiones materiales. Sin embargo, los objetos no pueden suplir o compensar la falta de amor.

De hecho, Gary Chapman alude a uno de sus clientes quien comprende a la perfección que ni las posesiones materiales, ni la riqueza financiera contribuyen a llenar el depósito del amor. De nada sirve contar con una apartamento lujoso, un coche caro o una casa junto a la playa, si tu esposa o esposo no te ama.

Finalmente, el doctor Chapman advierte -con cierta ironía- de que aprender a hablar los lenguajes del amor puede generar un radical cambio de comportamiento en tu pareja.

La gente se comporta de forma muy distinta, cuando su depósito del amor está lleno.

 

El enamoramiento y el amor tras la boda

Cientos de parejas a lo largo del mundo sufren dificultades para mantener su matrimonio o su relación a flote pasado un tiempo. Es decir, una vez la euforia inicial propia del enamoramiento comienza a desvanecerse como, por ejemplo, después de la boda.

Esto se debe a que la primera fase del amor es especialmente intensa y se caracteriza por una profunda alteración de la percepción de la realidad. No en vano, se utilizan expresiones como “ver la vida de color de rosa”.

En esta primera etapa de atracción, tiene lugar el fenómeno del enamoramiento, el cual emana de nuestro instinto animal de la reproducción y la perpetuación de la especie. Semejante instinto tiene un carácter obsesivo, capaz de nublar nuestro juicio.

Uno de los principales rasgos de este estado emocional es el hecho de que consideramos que la persona de la que estamos enamorados es perfecta. De hecho, nos molesta que nuestras amistades saquen a relucir sus defectos o, sencillamente, no les prestamos atención.

También es habitual racionalizar la situación diciéndose a uno mismo o a una misma que no sóis unos ingenuos; que sabéis que tendréis vuestras diferencias pero seréis capaces de hacer concesiones y llegar a un entendimiento.

 

Gary Chapman se refiere aquí a los estudios llevados a cabo por la psicóloga Dorothy Tennov acerca del fenómeno del enamoramiento. Tras estudiar la evolución de cientos de parejas, descubrió que la duración media de la mayor parte de las relaciones centradas en el romance era de apenas dos años.

La causa de esta brevedad es el hecho de que, una vez el éxtasis del enamoramiento comienza a desvanecerse, ambas personas vuelven a percibir la realidad con más claridad, y las diferencias comienzan a hacerse evidentes.

Algunas parejas creen que el momento en que termina el enamoramiento sólo ofrece dos alternativas: resignarse a una vida de frustración con tu pareja, o saltar del barco y volver a intentarlo con otra persona.

Ninguna de esas dos opciones es buena. De hecho, de acuerdo con las estadísticas el 60% de los segundos matrimonios termina en divorcio. Y la estadística es aún peor si hay hijos de por medio.

 

Sobra decir que este momento es crítico y supone una difícil transición, durante la cual, ambos miembros de la pareja deben ser capaces de construir una atmósfera emocional, la cual les permita superar sus diferencias y satisfacer las necesidades emocionales del otro.

En primer lugar, crear ese clima de amor verdadero propio de un matrimonio -o una pareja estable que ya ha superado la fase inicial de su relación- requiere tener una comunicación eficaz. Las necesidades emocionales de los seres humanos no pueden satisfacerse únicamente durante la fase del enamoramiento. Si se desea desarrollar una relación a largo plazo, es imprescindible tener una comunicación de pareja a nivel emocional y afectivo.

Y en segundo lugar, debe comprenderse que el amor verdadero -más allá del enamoramiento inicial- es, en realidad, algo que eliges; o lo que es lo mismo, una decisión consciente que requiere adoptar una actitud y una forma de pensar diferente a aquella que puedas tener durante la soltería:

  • Debes definir una serie de expectativas de aquello que deseas en tu matrimonio y relación de pareja.
  • Debes aprender a compartir dichas expectativas con tu pareja.
  • E igualmente, has de ser capaz de comprender y satisfacer las propias expectativas de tu pareja.

 

El secreto de una relación de largo plazo: comprender el lenguaje del amor de tu pareja

El lenguaje del amor es tanto o más complejo que cualquier otra lengua.

De la misma manera que la comunicación entre las personas no sólo se limita a las palabras, sino también al lenguaje corporal y el tono de voz, el lenguaje del amor se caracteriza porque cada persona expresa e interpreta las muestras de amor de manera distinta, incluyendo palabras, gestos y acciones de todo tipo.

No en vano, incluso las parejas que se conocen desde hace años pueden llegar a experimentar malentendidos por el sencillo hecho de que no saben cómo traducir el lenguaje del amor de la otra persona.
Recuerda que, aunque ambos tengáis muchas cosas en común, eso no significa que habléis el mismo lenguaje. Es más, lo habitual es que vuestra forma de comunicar y percibir el amor sea distinta.

Gary Chapman explica este fenómeno con el ejemplo de un matrimonio roto: Bill y Betty quienes solían estar en desacuerdo en todo, salvo en el hecho de que ambos amaban a sus hijos.

Mark reconocía que Betty era una excelente madre pero, por desgracia, no sentía que ella le proporcionase el suficiente afecto.

Por su lado, Betty era consciente de que Bill cuidaba de su familia y se aseguraba de que jamás les faltase nada. Sin embargo, se quejaba de que apenas pasaba tiempo con ellos, debido a que trabajaba 50 horas a la semana.

La verdad es que ambos se querían mutuamente pero no comprendían ni percibían el amor el uno del otro.

El lenguaje del amor utilizado principalmente por Bill era el contacto físico; mientras que el lenguaje prioritario de Betty se basaba en el tiempo de calidad, así que no eran capaces de entenderse.

Si quieres disfrutar de una buena relación de pareja o un matrimonio pleno, necesitas convertirte en una especie de políglota, capaz de comprender y expresarte tanto en tu propio lenguaje del amor, como en el de tu pareja.

De hecho, lo recomendable es que ambos aprendáis los distintos lenguajes del amor, para poder comprender y satisfacer mutuamente vuestras necesidades afectivas.

Por supuesto, esto requerirá cierto esfuerzo. Sin embargo, estamos hablando de la persona con la que quieres compartir tu vida, así que es una las mejores inversiones que puedes hacer.

En los siguientes apartados, vamos a explicar cuáles son los distintos lenguajes del amor, de acuerdo con Gary Chapman.

 

Lenguaje de amor #1: Palabras de afirmación

La figura del filósofo griego Jenofonte puede no ser tan conocida como la de su maestro Sócrates. Sin embargo, una de sus lecciones resulta de gran utilidad a la hora de comprender este lenguaje del amor.

De acuerdo con Jenofonte “los elogios son el sonido más dulce. Palabras de admiración, elogio y apoyo, nada es más dulce”.

El doctor Chapman, no obstante, prefiere utilizar una cita de Mark Twain: “Puedo vivir durante 2 meses con un buen halago”. La idea subyacente es la misma.

El primer lenguaje del amor no es otro que las palabras de afirmación. No obstante, hay muchos tipos de afirmaciones.

Antes de entrar a analizar cada una de ellas, conviene destacar la importancia del tono de voz a la hora de utilizar las palabras de afirmación como primer lenguaje del amor. Evidentemente, el tono utilizado al expresarse puede modificar por completo el significado de la palabra o frase utilizada, por lo que también debe prestarse atención a este aspecto de la comunicación con tu pareja. De hecho, el doctor Chapman se refiere a esta idea bajo el concepto de “palabras amables”.

Dicho esto, comprobemos las diversas opciones que están a tu disposición.

 

  • En primer lugar, están los halagos verbales. Los halagos que mejor funcionan son aquellos que se expresan de una manera directa y simple. Además, pueden ser referidos a todo tipo de ámbitos. Puedes decir a tu pareja lo atractiva que la encuentras con el vestido, traje o atuendo que se ha puesto; puedes halagar su sentido el humor, o bien el talento que tiene para cuidar de vuestros hijos.
  • En segundo lugar, también se pueden utilizar palabras de ánimo. Tanto tu pareja como tú podéis sentiros inseguros frente a determinadas situaciones o desafíos. Como veremos enseguida, no se trata de dar órdenes. Las palabras de ánimo han de contribuir a inspirar el valor necesario para dar el primer paso, superar ese tipo de adversidades, así como despertar el potencial latente de tu pareja; y lo que es más importante, son también una expresión de profundo amor por ella.
  • En tercer lugar, las palabras de afirmación pueden también utilizarse para expresar bondad y perdón. Perdonar a tu pareja es una expresión de amor que pone de manifiesto la voluntad de persistir y conservar la integridad de la relación pese al daño que uno pueda haber infringido a otro.
  • Por último, las palabras de afirmación pueden emplearse para llevar a cabo una solicitud o petición. Ahora bien, debes tener cuidado al pedir algo a tu pareja, y evitar que la solicitud suene como una orden o imposición. Es lo que el doctor Chapman describe como “palabras humildes”. La expresión del amor es difícilmente compatible con las órdenes o los ultimatums, de manera que cualquier petición debería formularse como una guía u orientación para tu pareja.

 

Por otro lado, Gary Chapman sugiere tomar nota de aquellas palabras, frases o expresiones que puedas descubrir en los medios de comunicación o durante una conversación con tus amistades, y que resulten útiles a la hora de comunicarte con tu pareja, utilizando palabras de afirmación. Se trata de una manera muy simple de enriquecer el vocabulario de vuestra comunicación.

 

Finalmente Gary Chapman ilustra la eficacia de las palabras de afirmación, contando el siguiente caso.

Una mujer le explicó la frustración que tenía debido a que su marido Dan aún no había pintado su dormitorio pese a que ella se lo había pedido durante los últimos 9 meses.

El doctor Chapman recomendó a esta mujer que probara otra estrategia.

Le sugirió dejar de mencionar el asunto de pintar la habitación y, en su lugar, comenzar a felicitar a su marido cada vez que hiciese algo que a ella le gustara.

Pese a su escepticismo inicial, ella así lo hizo.

Para su sorpresa, apenas 3 semanas después, su marido había pintado la habitación.

Este ejemplo ilustra a la perfección dos aspectos muy importantes en la comunicación dentro de la pareja:

  • En primer lugar, la utilización de palabras de afirmación -como los halagos o el ánimo- son mucho más saludables para una pareja que el uso de la crítica como mecanismo de comunicación.
  • Y en segundo lugar, las peticiones en las relaciones de pareja nunca deberían convertirse en órdenes, pues deterioran el depósito del amor de la pareja. En su lugar, las felicitaciones por las acciones efectivas que sí son bienvenidas pueden desatascar otras situaciones en las que una petición no está siendo satisfecha.

 

Lenguaje de amor #2: Tiempo de calidad

Nuestra sociedad se caracteriza por un constante bombardeo de estímulos y distracciones que dificultan la capacidad de atención plena.

En este caso, el doctor Chapman advierte de que todas estas distracciones constituyen una amenaza para el tiempo de calidad que pasamos con nuestra pareja, el cual es, precisamente, el segundo lenguaje del amor.

 

Lo primero que debes tener en cuenta es que estar juntos en el mismo espacio o habitación no equivale a pasar tiempo de calidad.

La clave para ello consiste en prestar una atención plena únicamente a tu pareja, dejando a un lado cualquier otra distracción o foco de atención.

 

En segundo lugar, invertir tiempo de calidad con tu pareja implica que ésta, tú o ambos os sintáis amados, respetados y apreciados. Como veremos enseguida con un ejemplo, habrá ocasiones en las que el tiempo de calidad favorezca a una parte de la pareja. Esto es debido a que los gustos y deseos de ambos no tienen porqué coincidir. Eso implica que uno debe ceder frente a la petición del otro.

Obviamente, esta generosidad debe ser correspondida, de manera que ambos invirtais otro momento de calidad distinto, que favorezca al otro miembro de la pareja. El secreto está en hacerse concesiones mutuas, siendo conscientes de ello.

 

En tercer lugar, se puede distinguir entre dos tipologías de tiempo de calidad: Conversaciones de calidad y actividades de calidad.

Las conversaciones de calidad implican un diálogo sincero, abierto y afectivo acerca de cualquier tema que pueda interesar o afectar a la pareja.

Este autor ofrece, además, una serie de recomendaciones prácticas sobre cómo tener una conversación de calidad con tu pareja:

  • Procura mantener el contacto visual durante la comunicación, lo cual evitará distracciones y demostrará a tu pareja que cuenta con tu plena atención.
  • Evita otras actividades durante la conversación. El tiempo de calidad requiere atención plena. Si, por cualquier motivo, no eres capaz de dársela en ese momento, házselo saber de una forma asertiva y ofrece una alternativa en el futuro más cercano posible.
  • A no ser que se trate de una situación urgente o una emergencia, no debería haber problema en que esa conversación de calidad tuviera lugar unos minutos u horas más tarde.
  • Presta atención a los sentimientos expresados por tu pareja. Haz todo lo posible por comprender las emociones que está transmitiéndote, y verifícalo preguntándoselo. Además, esto contribuirá a mostrar que deseas prestar una atención plena a aquello que está diciendo.
  • Atiende, igualmente, al lenguaje corporal. Gran parte de la comunicación tiene lugar más allá de las palabras. De hecho, a menudo, se comunica más con el cuerpo que con el habla. Observa los gestos y posturas de tu pareja, y pídele que te confirme o aclare aquello que te parece percibir en su comunicación no verbal.
  • Abstente de interrumpir. De acuerdo con múltiples estudios, los seres humanos tendemos a interrumpir a nuestro interlocutor una vez han transcurrido 17 segundos. Esto se debe a múltiples impulsos por declarar o imponer nuestras opiniones, ofrecer soluciones, defendernos de un ataque o incluso formular acusaciones. Sin embargo, toda interrupción supone la ruptura de la atención dada a tu pareja. La conversación de calidad debe buscar comprender primero a tu pareja, y sólo después, expresar tu opinión, si eso es lo que ésta necesita.

 

Las actividades de calidad, por su parte, constituyen eventos que uno de los dos o ambos deseáis hacer.

  • La actividad en sí misma no es tan importante como el hecho de hacerla juntos, de forma que suponga una expresión de amor el uno por el otro.
  • Las actividades de calidad presentan, además, una segunda ventaja, pues suponen la creación de excelentes recuerdos que compartir en el futuro. Cuantas más actividades de calidad llevéis a cabo juntos, más recuerdos tendréis y más sólidos serán vuestros vínculos de amor.

 

Gary Chapman utiliza el siguiente ejemplo para ilustrar una actividad de calidad, durante la cual un miembro de la pareja está viéndose favorecido por el otro.

Emily es una apasionada de las librerías y le encanta fisgonear entre las estanterías, buscando su próxima gran lectura.

Su marido Jeff, por el contrario, no comparte su pasión por la literatura. Sin embargo, participa de esta actividad de calidad juntos, y disfruta ayudando a su esposa a encontrar un libro que le guste.

Emily, por su lado, ha aprendido a reconocer cuándo la paciencia de su marido se está agotando, de manera que limita el tiempo dedicado a buscar. Jeff no sólo complace a su mujer con este momento de calidad, sino que paga gustosamente los libros que ella compra, lo cual supone una expresión más de amor y apoyo a su mujer.

Este ejemplo representa a la perfección cómo gestionar los distintos gustos de cada miembro de la pareja, convirtiéndolos en oportunidades para pasar tiempo de calidad juntos. El secreto, en este caso, consiste en que ambos se han tomado el tiempo de conocerse mutuamente, de forma que la generosidad de uno, no suponga el egoísmo del otro.

 

Lenguaje de amor #3: Recibir regalos

El intercambio de regalos está fuertemente arraigado en la cultura universal del cortejo, la relación de pareja y el matrimonio.

Los regalos son símbolos visuales y materiales del amor. De hecho, la mayoría de las ceremonias de boda incluyen el intercambio de algún tipo de regalo como, por ejemplo, los anillos.

Por un lado, cuando se entrega un regalo, se está demostrando que se ha pensado en la pareja. En ese sentido, es un prueba que tu pareja está en tus pensamientos. Además, dichos pensamientos se han traducido en actos; es decir, el hecho de buscar y conseguir el regalo, o bien fabricarlo, si ése es el caso.

Por otro lado, para aquellas personas cuyo lenguaje del amor principal consiste en recibir regalos, el valor económico de los mismos no suele ser relevante. El valor radica en el proceso del que acabamos de hablar; consistente en buscar y conseguir dicho regalo, así como entregarlo.

Finalmente, la selección de un regalo debería ser el resultado de una escucha activa a la pareja. Se ha de prestar atención a lo que dice y a lo que hace. Descubrir los gustos de tu pareja no es difícil si se presta atención. Por supuesto, también es recomendable pedir consejo a familiares y amistades.

Gary Chapman comparte un ejemplo que ilustra perfectamente el verdadero valor de los regalos.

Doug solía dar regalos a Kate durante su noviazgo. Sin embargo, una vez se casaron Doug dejó de hacerlo. El principal lenguaje del amor de Kate es recibir regalos, por lo que este cambio de comportamiento en su marido hizo que se sintiera abandonada desde el punto de vista afectivo.

Sin embargo, la causa por la que Doug había dejado de hacer regalos a Kate no era porque hubiese dejado de quererla, sino porque le costaban demasiado dinero.

El doctor Chapman explicó a Doug que el valor económico de los regalos no era lo importante. Doug comenzó entonces a hacer regalos aleatorios a su esposa cuyo valor económico era insignificante, pero que demostraban un fuerte afecto e interés por su mujer. Gracias a estos pequeños gestos, Kate volvió a sentirse querida.

Antes de terminar con este apartado, vale la pena señalar que el doctor Chapman también alude a un concepto que denomina “el regalo de la presencia”. Se refiere a aquellas ocasiones en las que tu pareja necesita contar con tu presencia, y tan sólo el hecho de estar a su lado supone la muestra de amor que necesita. Hay personas para las que la presencia física tienen una enorme importancia, ya se trata de momentos importantes o aparentemente ocasiones insignificantes. Presta atención a lo que tu pareja sienta o te diga, pues el regalo de tu presencia, puede ser más importante que cualquier otro regalo material que le proporciones.

Lenguaje de amor #4: Actos de servicio

Para algunas personas la expresión del amor tiene mucho más que ver con las acciones mundanas del día a día, que con manifestaciones románticas de afecto.

El lenguaje del amor de estas personas se conoce como los actos de servicio, los cuales se caracterizan por lo siguiente:

Se trata de actos que suponen ocuparse de tareas y asuntos, y por los cuales tu pareja se sentirá agradecida, tales como lavar la ropa, recoger la mesa, pasar la aspiradora, sacar la basura, hacer la compra o recoger a los niños del colegio.

Para que constituyan una prueba de amor y sean percibidos como tal, no pueden ser exigidos por la otra pareja, de la misma manera que no se puede exigir que nos quieran.

Por lo tanto, debe tratarse de actos realizados voluntariamente y por iniciativa propia. Para ello, la clave está en preguntar a tu pareja qué es lo que puedes hacer para ayudarla, en lugar de qué es lo que ella puede hacer por ti.

Por último, los actos de servicio como lenguaje del amor deben estar por encima de prejuicios y estereotipos, acerca de los papeles del hombre y la mujer en una relación de pareja.

A menudo, los estereotipos establecen que determinadas actividades son más propias de la mujer, mientras que otras son más propias del hombre como, por ejemplo, el hecho de que cuidar de los niños sea más propio de ella y limpiar el coche sea más propio de él.

Si el lenguaje del amor de tu pareja se basa en actos de servicio, lo primero que debes hacer es dejar a un lado los estereotipos. En su lugar, piensa en tu relación de pareja como un fenómeno de reparto de responsabilidades, con independencia del sexo de cada uno.

En ese sentido, y entre los ejemplos que el doctor Chapman proporciona, se menciona el caso de Mark y Mary. Mark había sido criado en un hogar cuyo padre jamás se había ocupado de una labor doméstica, tal como cambiar los pañales de sus hijos o fregar el suelo.

Sin embargo, Mark aprendió que, para su mujer Mary, este tipo de acciones suponían una clara representación de amor; así que dejó a un lado los estereotipos que le habían sido inculcados en su hogar, y comenzó a realizar labores domésticas que hicieron que Mary se sintiera querida.

 

Lenguaje de amor #5: Toque físico

Por último, el contacto o toque físico es un importante lenguaje del amor. De hecho, este tipo de expresión de amor está muy enraizada en todos nosotros desde la infancia.

De acuerdo con muchos estudios, aquellos bebés que son besados y sostenidos con frecuencia disfrutan después de una mayor salud emocional.

Por un lado, hay muchas maneras de comunicar el amor a través del contacto físico como, por ejemplo, abrazar, darse la mano, besar, dar un masaje y por supuesto, todo lo que se refiere a la relación sexual.

 

Obviamente, es importante tener una comunicación abierta acerca del tipo de contacto que más complace a tu pareja, tanto en las relaciones sexuales, como en cualquier otro contexto. Pregunta y descubre qué partes de su cuerpo y qué tipo de gestos son de mayor agrado para tu pareja. Prueba a tocarla en lugares inexplorados y pídele que te dé su opinión al respecto. Sobra decir que el veredicto final siempre lo tiene tu pareja. Al fin y al cabo, no se debe imponer ningún contacto físico que no sea del agrado de la otra persona.

 

Finalmente, el toque físico también puede tener lugar a través de la transmisión de objetos propios de la otra persona como una fotografía o una prenda de ropa. Esto resulta especialmente útil cuando la pareja debe estar separada por cualquier motivo.

 

Cómo descubrir tu lenguaje del amor

Después de asimilar los apartados anteriores, es posible que ya tengas bastante claro cuál es tu principal lenguaje del amor. No obstante, el doctor Chapman propone un proceso complementario y sencillo para averiguar cuál es tu lenguaje principal.

En primer lugar, piensa en qué es lo que más pides a tu pareja habitualmente. Quizá sean palabras de afirmación, más tiempo de calidad, regalos, actos de servicio o un contacto físico más frecuente.

En segundo lugar, medita acerca de aquello que te hace sentir más querido o querida. De todas las cosas que sueles pedir a tu pareja, qué es lo que te hace sentir realmente apreciado o valorada.

En tercer lugar, puedes refinar el proceso, analizando aquellas situaciones en las que te has sentido herido o herida por tu pareja. A menudo, cuando tu pareja te hiere y hace que no te sientas amada como persona, el motivo es que no ha logrado comprender tu verdadero lenguaje del amor, o lo que es lo mismo, la forma en la que deseas experimentar y recibir el amor. Si esas situaciones son muy semejantes, es probable que puedas identificar una categoría específica de lenguaje del amor.

Por último, Gary Chapman también recomienda analizar tu propia infancia y la forma en la que tus padres y familia te educaron o trataron.

Hay determinados episodios de la infancia que pueden ser muy reveladores respecto al tipo de lenguaje del amor que te caracteriza.

Este autor pone el ejemplo de Ella, quien recuerda con claridad la apertura de regalos durante una mañana de Navidad.

Su hermano mayor apenas hizo esfuerzo alguno en buscar un regalo para ella, hasta el punto de regalarla algo que acababa de encontrar en el suelo. Aquello hirió profundamente los sentimientos de Ella quien, al recordar aquella funesta mañana, se percató de que su principal lenguaje del amor era recibir regalos.

Una vez hayas identificado cuál es tu lenguaje del amor, comunícaselo a tu pareja. Recuerda que no se trata de imponer o exigir nada, sino de ayudarla a que exprese su amor por ti de una forma que puedas comprender y apreciar plenamente.

Sobra decir que tú deberías hacer lo mismo por tu propia pareja.

 

Salvar tu matrimonio o relación de pareja

Durante la última parte del libro “Los 5 Lenguajes del Amor”, el doctor Chapman pone de manifiesto la importancia de adoptar una actitud activa respecto a la expresión del amor a tu pareja y el cuidado de vuestra relación.

Tal y como te explicamos en los primeros apartados, una vez termina la fase de enamoramiento, es necesario tomar una decisión. Puedes resignarte con una relación que no te satisface, puedes romper la relación o puedes hacer que la relación con tu pareja prospere.

El momento más crítico de cualquier matrimonio o relación es cuando uno de los miembros o ambos consideran que el amor se ha acabado entre ellos.

Como ya deberías saber, a menudo el problema es una cuestión de percepción e incapacidad para entender el lenguaje del amor de la otra persona, lo cual genera la impresión de que ésta ya no te ama.

Si tu matrimonio o relación está en serias dificultades y deseas salvarlo, te sugerimos seguir estos pasos propuestos por el doctor Gary Chapman:

  • Pregunta a tu pareja cómo puedes ser mejor esposa, esposo, novia o novio. Puede ser un momento difícil para ambos pero, a pesar de la actitud que tu pareja pueda mostrar en ese momento, actúa en función de lo que te diga. Continúa recabando información, pidiéndole que te exprese sus deseos y, en la medida de lo posible, complácelos. Debes asegurarte de que comprenda que tu motivación es honesta y pura.
  • Presta atención al feedback positivo por parte de tu pareja. Cuando se alegre o te agradezca lo que estés haciendo, sabrás que estás en el buen camino.
  • Una vez al mes, pide a tu pareja que haga algo específico que tenga un gran significado para ti y contribuya a rellenar tu depósito de amor. Ten presente que tu petición no debe tratarse o interpretarse como una orden.
  • Cuando tu pareja haga lo que le has pedido, asegúrate de hacerle saber que eso te reconforta. Utiliza palabras de afirmación con halagos, gratitud y afecto.
  • Finalmente, asegúrate de que esto se convierta en un nuevo hábito para ambos, repitiendo el proceso continuamente.

Confiamos en que “Los 5 Lenguajes del Amor” de Gary Chapman contribuyan a que tu relación de pareja o matrimonio sea mucho más plena y satisfactoria.

Tal como dice este autor, no es posible cambiar el pasado, pero sí puedes hacer que el futuro de vuestra relación sea brillante y lleno de amor.

Accede al LibroBox Brain de “Los 5 Lenguajes del Amor” y pon en práctica inmediatamente todo lo que has aprendido.

 

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